Llegamos a la vivienda de la familia. En este espacio es donde acostumbraba a trabajar el escritor. Son muchos los que le recuerdan sentado en la mesa brasero, rodeado de objetos muy queridos para él. Fotografías como la del Seminario de Estudios Gallegos que hoy se expone al lado de la ventana, le recordaban el entusiasmo que profesores y alumnos habían puesto en 1923, en la creación de aquella singular institución. El Seminario de Estudios Gallegos, pretendía estudiar la realidad gallega desde distintas áreas: el arte, la historia, la literatura, la arquitectura… Durante años, Otero Pedrayo se ocupó de la sección de geografía y, en 1936, llegó a presidir el Seminario. El inicio de la Guerra Civil finalizó, de forma violenta, con aquel proyecto cultural en el que tanto entusiasmo habían puesto los galeguistas. Don Ramón, le guardó siempre mucha ley al ideario del viejo Seminario.

En este mismo espacio podemos ver los primeros libros. Como comprobarás más adelante, la biblioteca de Ramón Otero Pedrayo está distribuida en diferentes estancias. En la casa, hay más de 3.000 libros. A poco que mires la vitrina de esta habitación, comprobarás que están escritos en diferentes idiomas: gallego, castellano, portugués, inglés, alemán, catalán, italiano, latín...

Antes de continuar, fíjate que todavía hay algunos otros objetos curiosos. El busto de madera de Castelao, a quién don Ramón consideró siempre un “hermano”; las figuras de cerámica de la Magdalena que Isaac Díaz Pardo, el fundador de Sargadelos, le regaló cuando visitó la fábrica argentina en 1947 y, mismo del lado de la mesa, en la vitrina, un manojo de recuerdos de la familia y de los amigos.