Fachada das Praterías

La única parte que queda del diseño románico original de la catedral es la fachada de las Plateras, que se encuentra en el lado sur del crucero. A lo largo de las décadas posteriores a su construcción, entre 1103 y 1117, se le fueron añadiendo elementos de otras partes de la catedral. La iglesia y el claustro flanquean la Plaza de las Plateras por dos de sus lados, mientras que la Casa del Cabildo se alza junto a la catedral.

En la entrada hay dos puertas decoradas con arquivoltas y tímpanos. Once columnas unidas sostienen las arquivoltas; tres son de mármol blanco (la central y las dos de los extremos), mientras que las ocho restantes son de granito. La del centro muestra a los doce profetas, mientras que las de los lados muestran a los Apóstoles. Dos ventanas de este piso incluyen arquivoltas románicas, y un amplio friso separa los tímpanos del cuerpo superior apoyándose en una banda sostenida por ménsulas grotescas.

Cristo ocupa un lugar destacado en el centro del friso, rodeado de diversos personajes y escenarios; a su derecha, seis figuras procedentes del coro de piedra del Maestro Mateo, instalado a finales del siglo XIX. A medida que se fueron añadiendo las imágenes rescatadas de la fachada derruida de Azabacheras en el siglo XVIII, se desbarató la disposición iconográfica original. Sobre los arcos del extradós hay cuatro ángeles con trompetas que anuncian el Juicio Final, y un medallón central muestra al Padre Eterno (o la Transfiguración) con las manos abiertas.

El tímpano de la puerta izquierda representa a Cristo tentado por el diablo y sus secuaces. Posiblemente Eva o la mujer adúltera, la figura de la derecha está sólo parcialmente vestida y sostiene una calavera en las manos; no está de rodillas en oración, sino encaramada sobre dos leones. San Andrés y Moisés adornan las jambas. Destacada obra románica del maestro Esteban o maestro de las Plateras, que representa la creación de Adán y la bendición de Cristo, así como al bíblico rey David sentado en su trono con las piernas cruzadas, translúcido a través del fino tejido de sus ropas, y tocando una viola, personifica el triunfo sobre el mal. Muchas de las figuras de esta fachada datan del siglo XVIII, cuando fueron trasladadas desde la fachada románica norte o del Paraíso (actual fachada de la Azabachera).

El tímpano de la puerta derecha representa numerosas imágenes de la crucifixión de Cristo y de la adoración de los Reyes Magos. En una de las jambas hay una inscripción que conmemora el acontecimiento de la colocación de la primera piedra:

ANNO DOMINI (AD), MCMXLII (IDUS), MCMXLVII (JULII).

Esta inscripción se realizó utilizando el calendario romano el 11 de julio de 1103 en la época hispánica. Desde otro mundo, se ve a un zorro devorando una liebre, y frente a él, una mujer mal vestida está sentada con un animal en su regazo. Otras imágenes de Cristo en un trono, la creación de Eva y el sacrificio de Isaac se apoyan en la pared de la Torre Berenguela.

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