La sierra septentrional de Mallorca cuenta con un impresionante conjunto de 54 cimas que superan los mil metros de altitud, lo que le otorga un perfil montañoso muy característico dentro del paisaje insular. Entre las principales elevaciones destacan la Sierra de Son Torrella, la Sierra de Alfabia, el Puig Major, que con sus 1445 metros es el techo de Mallorca y de todas las Islas Baleares, el Penyal des Migdia, con 1398 metros, y el Puig de Massanella, que alcanza los 1365 metros. También sobresalen otras cumbres como el Puig d'en Galileu (1181 metros), el Puig Tomir (1103 metros), L'Ofre (1093 metros), el Puig del Teix (1064 metros) y el Puig de Galatzó (1027 metros), cada una de ellas ofreciendo panorámicas espectaculares y ecosistemas únicos.
Aunque menos elevadas, algunas montañas también forman parte del relieve característico de la sierra y poseen gran interés paisajístico y ecológico. Entre ellas se encuentran Sa Comuna, que alcanza los 819 metros de altitud, Sa Figuera, el Pujol d'en Banya con 598 metros, y el Puig des Moro. En este contexto, destaca también el promontorio rocoso de Sa Foradada, famoso por su característica perforación natural y su emblemática imagen frente al mar.
Además del relieve montañoso, la Sierra de Tramuntana está surcada por numerosos accidentes geográficos de notable valor natural y geológico. Entre los más conocidos se encuentran el impresionante Torrent de Pareis, el Barranc de Biniaraix, el Torrent de Mortitx, el Torrent des Lli, la Coma de n'Arbona y el Torrent del Filiat. Estos cursos de agua, en muchos casos estacionales, han esculpido profundos barrancos y gargantas en la roca caliza, formando paisajes de extraordinaria belleza y biodiversidad que enriquecen aún más el patrimonio natural de la sierra.