Sabatini creó esta escalera en 1760, y fue reparada a principios del reinado de Carlos IV. En su construcción se utilizaron los mismos mármoles y granitos que en las demás salas del edificio.

Corrado Giaquinto pintó los frescos de la bóveda de lunetos, decorada con enormes óculos luminosos como parte del concepto iconográfico de Sachetti para exaltar la Monarquía española. En ellos pintó alegorías que representan colectivamente el Triunfo de la Religión y de la Iglesia en la bóveda principal, la Victoria de España sobre el dominio sarraceno en uno de los dos lunetos sobre la puerta, y a Hércules tirando de las Columnas de Gibraltar desafiando el poderío de Neptuno en el luneto de enfrente, situado detrás de la estatua de Carlos IV. Las virtudes emblemáticas del reinado de Fernando VI están representadas en la cornisa. En una época en la que era vital reforzar la idea de ser español, todas estas imágenes representan la universalidad y los valores del país español.

Robert Michel y Felipe de Castro, respectivamente, son los escultores de los leones que adornan la base de las balaustradas. La estatua de Carlos IV vestido a la romana, obra de Robert Michel, está situada sobre la hornacina de la parte superior de la escalera. En el pasillo que conduce a los salones hay bustos de Felipe V e Isabel Farnesio, obra de René Frémin.